12/11/2011 MANCHITA - CANAL
Una vez más, buena afluencia de Perdíos en la ruta semanal, juntándonos 16 Bikers, incluyendo una nueva incorporación; Fran, compañero de gimnasio de algunos Perdíos. No se habían propuesto rutas en el Blog por lo que tratamos de decidir una ruta antes de salir, aceptándose la propuesta de ir hasta Manchita. Buen ambiente en la salida y aprovechamos los primeros kilómetros para charlar y comentar anécdotas hasta que dejamos el camino de Las Cruces y el ritmo empieza a incrementarse. Hay un grupo que tira la toalla rápidamente y ante el acelerón por la meta volante de los Eucaliptos, bajan su ritmo incluso por debajo del que traíamos por el camino de Las Cruces. Por delante, Avería lanza un primer ataque que, en un intento de seguirle reduce el grupo a ocho integrantes. Aún a cierta distancia de la meta volante, Avería lanza un segundo ataque al que nadie responde, el grupo mantiene las distancias hasta que giramos a la derecha y descendemos ya metidos en el último kilómetro. El grupo se lanza a por Avería, Tiko y Fran son los primeros en quedarse mientras que Oli, Mario, Píriz y Piolo esprintan llegando por ese orden. Por detrás, Avería recupera fuerzas y yo me veo incapaz de disputarle el quinto puesto en la última subida. Mientras reagrupamos, comentamos las diferencias exageradas que se vienen dando entre el grupo que disputa la meta volante y el último (llegando incluso a los 5 minutos en apenas tres kilómetros), llegando a la conclusión generalizada de que los rezagados tienden a rebajar en exceso su ritmo, ya sea para reservar o por el motivo que sea.
Reagrupamos y nos lanzamos cuesta abajo tratando de evitar el barro y las siempre peligrosas rodadas del camino. Atravesamos con mayor o menor fortuna los charcos y seguimos avanzando. Hacemos una parada para reagrupar que es aprovechada por algunos para comer alguna barrita e ingerir líquido mientras que otros optan por evacuarlo.
Proseguimos hacia donde habíamos fijado el premio de montaña y el ritmo es ya exigente. Oli coge distancia y por detrás le sigue un pequeño grupo. Llega primero Oliver, Mario ataca en los últimos metros y llega segundo, seguido de Javi Tiko y Píriz. Ángel G.C. se relaja en los últimos metros y Piolo por detrás, sigiloso, apunto está de arrebatarle el quinto puesto de no ser porque Nátur le advierte a Ángel de las intenciones de Piolo. Este hecho genera un pequeño “mosqueo” por parte de Piolo, que ve peligrar su tercer puesto en la clasificación de la montaña. Reagrupamos y descendemos hacia Manchita. En esta última parte hay abundantes charcos que hacen que algunos metamos el pié hasta el fondo. Menos mal que no hacía frío. Con Piolo actuando de anfitrión, nos dirigimos a las puertas del Ayuntamiento para reponer fuerzas. Allí, fotos, comentarios sobre lo que llevamos de ruta, bromas, Pedro que ayuda a Cancellara en unos estiramientos que, a juzgar por las imágenes últimas, debían ser con “Final feliz…”, menos mal que fueron interrumpidos para la foto de grupo.
Partimos hacia Don Benito y mientras algunos nos quedamos rezagados esperando a Piolo, que se había quedado hablando con un lugareño, otros aprovechan para coger distancia. Estábamos saliendo del avituallamiento en Manchita y a 27 km de Don Benito. Reagrupamos los nueve que nos habíamos quedado por detrás y proseguimos. Mario tiene problemas con la cadena y paramos para tratar de solucionarlo. Reanudamos la marcha mientras que los siete “fugados” no parece que miren atrás. Empiezan las primeras sospechas de que los de delante no van a esperar, aunque el pensamiento general es que tarde o temprano pararían para reagrupar antes de afrontar los últimos km de disputa. Subimos el ritmo pero Pedro tiene muchos problemas para seguirnos y enseguida pierde rueda y se queda muy atrás. Le vamos esperando muy a su pesar, hasta llegar al canal. En el canal, de repente Pedro nos pasa a todos y lanza la frase: “…dos hostias al que se quede a esperarme”. La frase nos hace reír, pero con 13 km de canal por delante, aire en contra y la seguridad de que no nos pegaría porque éramos más y más fuertes, le arropamos dentro del grupo con la intención de que el aire le afectase lo menos posible y pusimos un ritmo llevadero a la espera de reagruparnos con el grupo delantero. En las 40 rutas que hemos hecho este año (no cuento la crono), ha sido norma más que obvia el reagrupar en los últimos km para disputar sólo el final, que ha oscilado entre los 6 km que hay desde la Haba hasta los 10 km desde el Reventón, pero nunca más allá. En estos últimos kilómetros, se han dado circunstancias que han llegado a provocar alguna polémica, pero siempre motivada por acciones inconscientes (no darse cuenta de que uno había pinchado, etc…). Por todo ello, esperábamos que los siete “fugados” nos estuvieran esperando en algún punto del canal, aunque la duda comenzaba a generalizarse.
Llegados a la altura del baden del canal, algún iluso todavía decía esperar que estuvieran escondidos tras una columna para hacer alguna gracia pero allí no había nadie. Totalmente desilusionados por lo que estaba ocurriendo, Avería, Cancellara, Ismael, el Maestro, Mario, Oliver, Pedro, Piolo y Nátur, decidimos no disputar y repartirnos los 19 puntos que corresponden a los puestos que van del 8º al 16º. La lógica dice que por incumplir las normas “no escritas”, los siete primeros no deberían puntuar pero era tal la decepción por lo ocurrido que pensamos que ni siquiera merecía la pena discutir por ello. En la llegada, sonrisas por parte de los “fugados”. Al parecer, llegó primero el trío formado por Javi Tiko, Javi Penúltimo y Píriz, que al afirmar no tener interés en los puntos, no disputaron la llegada. Cuarto entró Ángel G.C. y Quinto Jara. Sexto Fran y séptimo Ángel.
En definitiva, una bonita ruta que no pudo ser disputada en condiciones normales al estar totalmente condicionada por una “fuga” que se saltó las pocas normas establecidas para el normal desarrollo y control de la las rutas, lo que resultó decepcionante para aquellos que esperamos con ilusión la ruta del sábado no sólo para hacer lo que más nos gusta, que es salir con la bici, sino por la animada disputa de los puntos, para cuyo final (para alegría de unos pocos) quedan sólo tres rutas.