Balneario-La Haba-Don Benito (11/06/2011)

Con Mario (aún lesionado) de asistente técnico en la salida, salimos con el retraso ya habitual, nueve Perdíos; Ángel Egipcio, Ángel G.C., Avería, Cancellara (aún dolorido), Ismael, Javi (tras muchas semanas ausente), Javi Penúltimo, Lospi y Piolo. Por la Avenida nos cruzamos con Rubén, que ese día optó por entrenar con la flaca. A un ritmo tranquilito, llegamos al camino de Doña Blanca para dirigirnos hacia “donde derrapa…”, donde se había acordado una Meta Volante. A unos 4 Km. de este punto, se cumple lo previsto y Avería rompe el grupo con un fuerte tirón al que respondemos Ángel G.C., Javi Penúltimo, Lospi, Piolo y yo, con intención de disputar los puntos. A un ritmo fortísimo, se producen constantes tirones y cambios en la cabeza hasta que en una bonita y disputada llegada se impone Piolo a Lospi, que se lamentaba de que le había saltado el cambio. Le siguen Ángel G.C., Javi Penúltimo y yo. Reagrupamos y subimos hacia el cruce, tratando algunos de recuperar fuerzas tras el esfuerzo realizado. A partir del cruce, el grupo se estira sorteando con más o menos soltura los baches, piedras y dificultades del camino. Próximos a un nuevo reagrupamiento en el paso canadiense y con la duda de si era puntuable o no para la montaña, al intentar pasar a Cancellara, éste, en una acción propia de un defensa del Athletic de Bilbao de los años 80, me cierra bruscamente haciéndome echar pié a tierra. Bueno, en realidad ni me vio ni era puntuable, pero por meter cizaña… Nos dirigimos al balneario extremando la precaución en las bajadas ya que el terreno estaba muy seco y las piedras muy sueltas. Basándonos en la experiencia de otros días y para evitar alguna mala digestión al reiniciar la marcha, esta vez fijamos el Premio de Montaña y Avituallamiento al final de la larga cuesta que hay pasado el balneario, en lugar de hacerlo en el mismo balneario. La gente iba muy fuerte y yo no había llegado aún al balneario cuando al levantar la vista pude ver a más de uno que ya había coronado. Puntuaron por este orden; Lospi, Ángel G.C., Javi Penúltimo, Piolo y Avería. El sol calentaba bastante y la sombra del árbol bajo el que comíamos nos invitaba a la charla y al relax, a todos menos a Ángel Egipcio que en un ataque de hiperactividad, no hacía más que ir de un lado a otro montado en la bici. Tras un largo pero que muy largo avituallamiento, reanudamos la marcha a un ritmo inusitadamente tranquilo. Próximos a los toboganes previos a las Minas, el ritmo se fue acelerando y el grupo cortando por lo que traté de aumentar el ritmo con la intención de mantener las distancias y llegar a la bajada hacia el Puente de la Pared con opciones de puntuar en la segunda Meta Volante del día. Ya en la bajada, Lospi y Piolo tomaron la delantera mientras que yo trataba de dejar atrás a Javi Penúltimo, quien finalmente y a pesar de que no tenía intención de disputarme el tercer puesto, terminó pasándome ya que su ritmo era más fuerte y prácticamente le estaba reteniendo. Puntuaron Lospi, Piolo, Javi Penúltimo, yo y Ángel G.C. Reagrupamos y nos dirigimos hacia La Haba, una vez más a un ritmo poco habitual por lo tranquilo. La tranquilidad se acabó en La Haba, nada más subir la cuesta del Picadero (también conocida como “la cuesta que no le gusta a Lospi” o me pareció oír también “La Guzmanita” o algo así. A partir de ahí me puse a tirar con la intención de descolgar al bueno de Avería, que poco antes había reconocido alguna dificultad en las últimas rampas. Consciente de que no tenía nada que hacer con Ángel G.C., Lospi y Piolo e intuyendo que de llegar en grupo al sprint, Javi Penúltimo no disputaría, quería descolgar a Avería para tratar de hacer cuarto en la llegada, por lo que me puse a tirar y a tirar. De vez en cuando miraba hacia atrás pero con mi ojo malo no era capaz de distinguir quién venía detrás y si me iba hacia la izquierda para cambiar de ojo… resulta que se venían detrás en fila de a uno de manera que no era capaz de saber quién iba ahí por lo que directamente pregunté si iba Avería en el grupo. De la respuesta saqué dos conclusiones; la primera es que no se cortan nada a la hora de aprovecharse y mentir a un “discapacitado visual”, porque según el jodío de Piolo, en el grupo venía hasta el apuntador, cosa que no era cierta. La segunda conclusión, es que las garrapatas no habitan sólo en la trialera. Ni un solo relevo y mira que en alguna ocasión llegué casi a pararme para que alguno me pasara; todos detrás como lapas. Sólo llegando ya a la carretera, Avería me dio un relevo “asesino” que apunto estuvo de dejarme allí tirado ya que apenas podía seguir su ritmo. Ya en carretera, Javi Penúltimo (que no iba a entrar al sprint, por lo que le convenía dejar a gente antes de la llegada) pega un acelerón que estira el grupo, quedándonos algo rezagados Avería y yo. Ángel G.C., Lospi y Piolo disputan el sprint que gana Lospi, seguido de Piolo y de Ángel. En los últimos metros Javi Penúltimo no disputa y levanta el pie, yo le adelanto pero voy al límite y Avería que se da cuenta, recupera y en un último esfuerzo me adelanta en los últimos metros. Más tarde y distanciados unos de otros llegan Ángel Egipcio, Cancellara y Javi. Como anécdota de la ruta merece ser mencionado el maillot XXXXL que lucía ese día Cancellara; y os aseguro que no he exagerado ni una sola X.

 

por Ismael

 

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