Reagrupamos y nos dirigimos por carretera a
La Coronada, donde había premio de montaña.
Alberto, JaviPenúltimo y otro que no recuerdo saltan antes de que empiece la pendiente. Por detrás, Lospi toma las riendas del
grupo manteniendo las distancias con los escapados. Empezamos a subir y yo apuesto por Penúltimo pero Lospi había controlado bien
la situación y a los más fuertes les da tiempo a cogerles, llegando primero Oliver, seguido de Cristofer, Mario, Lospi y
JaviPenúltimo. Los primeros comentan lo disputado de la llegada y el nivel general del grupo.
Comemos en la explanada que hay junto a la ermita, atendiendo a los consejos ecológicos de Miguel, para con cierta desgana, volver a coger las bicis y enfrentarnos a los 30 Km. de canal y con el aire en contra.
Los primeros kilómetros se rueda en grupo, y llama la atención la imagen del grupo estirado de 17 Perdíos uniformados rodando. El ritmo va en aumento y por detrás se empieza a sufrir, aunque nadie quiere perder rueda. Justo cuando el grupo comenzaba a fragmentarse, Alberto sufre un pinchazo que hace parar al grupo. Un respiro corto por la rápida intervención de Javi Avería, que no tarda en dar solución al percance. Reanudamos la marcha y el ritmo empieza a ser alto y constante. El grupo se divide en dos, quedando por delante un grupito de ocho unidades. Se rueda a 37 Km. hora con el viento en contra. Paco, que se había mostrado muy fuerte durante toda la ruta, pierde rueda. Poco después a mí me resulta imposible seguir ese ritmo y cedo, a la espera de ser “recogido” por el grupo trasero. Por delante veo que Javi Penúltimo también va perdiendo rueda aunque sigue esforzándose por no perder mucha distancia. En lo que antes era la meta volante de Villanueva, llegan (no sé en qué orden); Mario, Lospi, Oli, Cristofer y Piolo, seguidos de cerca por Penúltimo y más atrás el resto del grupo. El ritmo había sido muy alto y era muy probable que alguno terminara acusándolo al final.
Reagrupamos en Villanueva y sorteando el tráfico llegamos hasta el último tramo del canal con muchas dudas en el grupo respecto al verdadero estado de cada uno. Los primeros kilómetros se hacen tranquilos, lo que presagia una complicada llegada en grupo. A pocos metros de la rampa del puente, la gente empieza a salir de rueda buscando una buena colocación para afrontar el puente, ya que la bajada está muy bacheada y a falta de 1,3 km para la llegada, es importante hacer la bajada bien colocado. La cuesta es selectiva y para mi sorpresa, divide el grupo dejando atrás a gente fuerte. Por delante Oli (al que no le interesa llegar en grupo) toma unos metros de ventaja y es Mario quien tira de un pequeño grupo estirado formado por Lospi, Piolo, Cristofer, Paco, Cancellara y yo. Paco acusa el esfuerzo y es el primero en ceder, a Cancellara se le hace largo el sprint y pierde rueda con el grupo principal. En los últimos metros, Oliver hace buena su ventaja y llega primero seguido de Lospi. En un duro sprint, Piolo adelanta a Mario en los últimos metros y entra tercero, cuarto llega Mario. Yo entro quinto tras pasar a un Cristofer agotado que revienta en los últimos metros. Tras Cristofer entra séptimo Cancellara; octavo El Maestro; noveno Paco Schleck; décimo Ángel G.C, seguido de Avería, Fran, Orzowei, Ángel, Alberto, Javi Penúltimo (que entiendo busca intencionadamente hacer honor a su apodo) y Miguel.
Ya en la 88, cervezas mientras se comenta la ruta y se toma la decisión de que las
Metas Volantes vuelvan a ser puntuables, por lo que se ruega a los que puntuaron en ellas el sábado pasado y no pudieron quedarse a
las curvas, informen sobre su puesto en las mismas (Magacela, Ermita, Villanueva).