UN POCO DE HISTORIA

Realmente es así como comenzó este juego. En el momento que la degradación de la señal de GPS fue suprimida por la administración Clinton el 1 de mayo del 2000 dos días después  un recipiente con objetos fue escondido y publicadas sus coordenadas en internet. Para el 6 de mayo el escondite ya contaba con dos visitas. A partir de ahí el juego se ha desarrollado de tal manera que en la actualidad  se practica en 210 países y hay un total de 521713. El primer sitio web que se dedicó  a esto de los caches fue www.geocaching.com, fundada y en la actualidad mantenida por  Jeremy Irish.  Sin embargo, ésta no es la única página web que se dedica a ésto, podemos encontrar también  www.gpsgames.org, www.terracaching.com , etc.  Todas ellas se dedican a este fenómeno dando prioridad a uno u otro aspecto del mismo.

Dichos recipientes escondidos fueron llamados “geocaches” o “Caches” a secas. En  español podríamos llamarlo “geoescondite” pero ya sabéis, los anglicismos mandan… Y como os habéis podido imaginar el juego consta básicamente de esconder y buscar caches a lo largo del mundo mundial.  Un caché típico sería un contenedor hermético  del tamaño de un taperware mediano (o en su defecto un taperware mediano) que contiene un libro de visitas o “log book” una nota explicativa de lo que es esto del geocahing y algunos regalitos de no mucho valor.  Lo único que necesitas para practicar este juego que algunos ya empiezan a llamar deporte es un receptor de GPS y una conexión a Internet. Los participantes se llaman a sí mismos Geocachers.

Cómo funciona el juego

Para un cache tradicional el jugador esconderá un contenedor hermético, el cual como hemos dicho, contiene un libro de visitas  o logbook (con un lápiz o bolígrafo) y pequeños tesoritos.


Después publica online las coordenadas del cache, además de cualquier otro detalle que crea conveniente para la localización del escondite. Sus compañeros  Geocachers obtendrán las coordenadas por Internet y  las introducirán en un receptor GPS. Ya en el terreno propiamente dicho el receptor les ayudará a encontrar la localización correcta (cosa que no siempre es fácil). El geocacher  que encuentra el contenedor  tiene la posibilidad de dejar  una cosa y recoger otra de igual o mayor valor en su lugar y firmar en el libro de visitas. De esta manera siempre habrá un tesoro para el siguiente geocacher que lo encuentre. Además cada escondite debe tener una hoja de papel en la que se explica las reglas básicas del Geocaching  y el propósito o tema del Cache. En principio para alguien que sabe de que va el tema no es muy útil  pero sí para el caso de que un Geomuggle encuentre el contenedor por casualidad. El termino Geomuggle viene del termino muggle en el libro de Harry Potter y se refiere a todo aquel que no está familiarizado con el geocaching. Algunos caches pueden ser expoliados, es decir,  pueden ser encontrados por estos geomuggles y éstos al no saber el motivo de dicho contenedor cogen todo aquello que creen de valor y se lo llevan. Los caches en general no tienen un valor muy alto pero muchas veces contienen cosas interesantes. Ejemplos de cosas que nos podemos encontrar en un cache son monedas de otros países o  fuera de circulación, pequeños juguetes para los más pequeños, CDs, libros, postales, vales de descuentos etc, pero de entre estos pequeños tesoros hay algunos que deben ser logados por las personas que los transportan.